O lado escuro da investigación en educación (I)
2024-10-16
Podría parecer, para alguien que no esté muy metido en estos temas, que hacer investigación en educación es una cosa simple. Es cuestión de diseñar estudios, observar los resultados y sacar conclusiones. Pero en realidad el tema es extremadamente complejo. No existen consensos sobre el enfoque que deben tener los diseños de investigación. De hecho, estos consensos ni siquiera existen en otras ciencias, consideradas como exactas. No me extenderé aquí sobre este tema, que últimamente ha sido muy bien explicado en numerosos artículos.
El caso es que esta complejidad es el caldo de cultivo perfecto para que algunas personas se vean tentadas por el lado oscuro de la investigación: la evidenciología. El lado oscuro tienta a aquellas personas que desean huir de la complejidad y les resulta atractiva la idea de que en realidad todo se puede tratar de una manera mucho más sencilla. Te ofrece unos dogmas que crean la ilusión de que se puede domar esa complejidad:
Las publicaciones sobre educación que surgen de personas que han caído en el lado oscuro están teniendo muchísimo éxito. Probablemente porque simplifican enormemente cómo se crea el conocimiento. El problema es que ninguno de estos principios es cierto. Para comenzar, el dogma 1, la idea de que solo se avanza en la ciencia mediante falsabilidad, es una cuestión ya muy antigua, existiendo muchas otras maneras de entender la ciencia. Ni siquiera es la manera más extendida. Un simple ejemplo sería la teoría de cuerdas, que fue durante mucho tiempo dominante (ya no lo es), sin posibilidad de realizar experimentos de falsabilidad. Por otra parte, no es posible generar conocimiento solo a partir del resultado de experimentos, es necesario interpretar sus resultados y traducirlos a postulados y teorías, que seguirán siendo contrastados con observaciones. Y, de hecho, algunas de las personas seguidoras de la evidenciología aceptan esto último. Además, hablando de educación, existe el enorme problema de que muy pocas cosas permiten el diseño de experimentos falsables.
El dogma 2 tampoco es cierto. En realidad, un solo experimento en el que se observa algo demuestra su existencia (hasta que no se demuestre un error de observación), mientras que por muchos experimentos en los que no se observa algo, nunca podremos confirmar que algo no existe. Lo que es cierto es que, si experimentamos muchas veces para buscar que algo suceda, y no sucede, se suele considerar en el estado de esa cuestión que en la práctica no sucede. Pero son estados de la cuestión, no se puede considerar definitivamente que eso que buscamos nunca va a suceder. Esto es muy importante, porque la actividad principal de la evidenciología es zanjar asuntos. Determinar que algo es absolutamente falso. Habitualmente, sobre temas que han funcionado muy bien comercialmente. Esto llama mucho la atención. Formar parte de una minoría que sabe la verdad frente a una mayoría ignorante es muy atractivo. Por eso tienen tanto éxito las teorías de la conspiración. Algunas de sus víctimas favoritas son la teoría de las inteligencias múltiples y los estilos de aprendizaje. Cuando escriben sobre estos temas, omiten cualquier investigación favorable a ellas. Hace unos días alguien compartía un artículo que concluía el efecto positivo de adaptar la planificación del aula a los estilos de aprendizaje del alumnado. Pero no creo que desde el lado oscuro se vaya a publicar sobre este artículo si no es para hablar de problemas metodológicos en su diseño.
En cuanto al dogma 3, también falso, es muy sorprendente, porque desde el liderazgo del lado oscuro unas veces se dice que solo mediante la falsación de teorías se puede avanzar, pero después se recurre a una serie de teorías que se defienden con uñas y dientes. Algunas muy típicas son los principios de Rosenshine y, sobre todo, la teoría de la carga cognitiva de Sweller. Tampoco será fácil que encontréis publicaciones evidenciológicas que mencionen la multitud de publicaciones que cuestiona a Sweller.