2021-02-09
Case todos os meus anos de profesión estiven destinado en escolas rurais, en pequenas aldeas rodeadas dun entorno natural espectacular. Ó principio miraba con pena pola fiestra pensando o marabilloso que sería poder saír a ler fóra, ou debuxar, ou simplemente pasear. Durante anos o medo a que os demais pensasen que perdía o tempo mantíñame pechado nas aulas co alumnado, pero pouco a pouco, fun facendo pequenas saídas con esta ou aquela excusa. Aínda que acabei aproveitando case todas as semanas a facer algo fóra, sempre me quedou a sensación de poder aproveitar a natureza para aprender aínda máis.
"Esta lección de una tarde ¿no puede dar materia a la labor escolar de toda una semana, de todo un mes? ¿No hay aquí naturaleza y arte, las dos grandes fuentes de que se debe nutriera toda la obra de educación? Pero si así no fuera, si todas estas realidades que se han entrado por los ojos, que son historia, que son geografía, que son civismo, que son conocimiento del mundo y de los hombres, no alcanzasen a formar en la mente de la niña un contenido utilizable, si no dejasen en ella rastro alguno de saber formal, ¿no sería nada aún haber conseguido que gozara
unas horas de felicidad, haberle enseñado a amar y comprender la naturaleza, haber conquistado para ella el goce de placeres puros y honestos y una delicadeza de espíritu que la preservase en todos los momentos de su vida de groserías y bajezas?".
Sensat, R. (1929). Los estudios de la naturaleza en la escuela primaria. Revista de Pedagogía, 139, 391-396.